sábado, 23 de agosto de 2008

El oscuro genio de lo fantástico

Es un director versátil, pero inconfundible por el sello que deja en sus películas, de las más personales del cine contemporáneo. Tim Burton, director, guionista y productor, fue calificado como “visionario, innovador y valiente” por el Festival de Cine de Venecia, que le entregó en su última edición un León de Oro en homenaje a toda su carrera.

Nacido el 25 de agosto de 1958 en Burbank (California, EE UU) Burton vivió ya imbuido por la imaginación desde su más tierna infancia, cuando se dedicaba junto a su hermano a recrear y parodiar las escenas sangrientas que veían en las película de terror de serie B. Toda una excentricidad en el barrio de clase media en el que se crió, un ambiente parecido al que reflejó después en “Edward Manos de Tijera" (1990).

A los 18 años consiguió una beca para entrar en el California Institute of the Arts, una especie de universidad fundada por otro visionario: Walt Disney, con un programa para trabajar en los propios estudios de animación.

Primeros pasos
Burton se unió a la Disney en 1979 y se estrenó como animador en "Tod y Toby". Empezó entonces un año de depresión: no le dejaban dibujar lo que él quería, probablemente porque era demasiado original para la época.
Finalmente Disney lo financia con 60.000 dólares para su proyecto "Vincent", en el que puede contar con la narración de Vincent Price, el actor que marcó su infancia, además de los relatos de Edgar Allan Poe y Charles Dickens. El corto fue un éxito y ganó premios en diversos festivales.

Con este bagaje, dirige su primera película con 26 años: “Frankenweenie“ (1984), aunque realmente se dio a conocer con “Beetle Juice” (1988), una notable cinta protagonizada por Michael Keaton en la que ya se destapa como un maestro de las sombras, los ambientes góticos y la criaturas de ultratumba.

Oscuro superhéroe
El gran salto lo da el realizador en 1989 con la dirección de “Batman”, con un enorme presupuesto que incluyó a actores como Michael Keaton (Batman), Jack Nicholson (Guasón) y Kim Basinger (Vicky Vale).

La primera entrega de “Batman” fue en su momento el éxito de taquilla más grande de la historia, con más de 400 millones de dólares de recaudación, y se situó como punto de referencia en las sucesivas adaptaciones fílmicas de cómics de superhéroes.

Pese a todo, “Batman Returns”( 1992), en la que se añadió el personaje de “Gatúbela” (Michelle Pheiffer), no funcionó como la cinta anterior, y Burton no volvió a hacerse cargo de la franquicia, porque además no acabó precisamente contento con las presiones de los productores para este tipo de creaciones en las que siempre están en juego cientos de millones de dólares.

En producción
Tim Burton se encuentra a punto de iniciar en Inglaterra, su versión de “Alicia en el País de las Maravillas”, el clásico de Lewis Carroll y el primero de los dos filmes en formato 3-D que firmó con Disney, y que protagoniza la actriz Mia Wasikowska. Le seguirá “Frankenweenie”, basada en un corto suyo de 1994 sobre un perro que vuelve a la vida.

Producirá ambas cintas, usando la técnica de “Performance Capture”, que digitaliza a los actores y los convierte en imágenes generadas por computadora, que combinará con imágenes reales.

Un estilo inconfundible
El director estadounidense Tim Burton reconoce que ha tenido que luchar mucho para mantenerse en ese estatus de realizador dueño de sus propios proyectos, de un
estilo inconfundible. “Tuve líos hace tiempo porque me veían como algo negativo, pero yo me he negado a ser un producto más. Por eso ya no vivo en Los Ángeles, para mantener mi identidad propia y sentirme fiel a mí mismo”. Con “Sweeney Todd” consiguió su primer Globo de Oro, aunque no le da mucha importancia a los premios: “Solo me siendo afortunado por hacer las cintas que quiero. Si después llegan los premios, mejor…”.

Un estilo mágico y repleto de aciertos
Entre ambas versiones de “Batman”, el director Tim Burton tuvo tiempo suficiente para dedicarse de lleno a una de sus obras maestras: “Edward Scissorhands" (Eduardo Manostijeras, de 1990), en la que un juvenil Johnny Depp da vida al atormentado personaje creado por un excéntrico inventor interpretado por Vincent Price, en el que fue su último papel.

Y después produjo con su inconfundible sello la cinta de animación "The Nightmare Before Christmas" (1993).

Volvía así el Tim Burton más genuino, el que ha procurado mantenerse en un difícil equilibrio entre el cine de corte independiente e industrial, sobre todo después de su negativa experiencia, de acuerdo con las críticas, con "El Planeta de los Simios" (2001), que a pesar de todo fue un éxito comercial.

Se alejó bastante aquí de su estilo, que ya había dejado bien definido con cintas como la divertida “Marks Attaks” (1996) y la terrorífica “Sleepy Hollow” (1999) y la curiosa “Ed Word” (1994), que relata la vida del considerado como el peor director de la historia de Hollywood, que protagonizó nuevamente Johnny Depp, sin duda su actor preferido.

Conexión especial
Contando su más reciente estreno, “Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street" (Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet), Burton y Depp han trabajado juntos en seis ocasiones (“Edward Scissorhands",1990; "Ed Wood", 1994; "Sleepy Hollow",1999; "Charliethe Chocolate Factory", 2005, y "Corpse Bride", 2005).

Cuando se le pregunta al director sobre la conexión especial que hay entre ellos, dice que “cada de una de las ocasiones en que he trabajado con él es como si fueran personas distintas. Él no es, en mi opinión un galán, como lo ve mucha gente, sino un actor de rol, a la manera de las antiguas películas de terror”.

Otra actriz que ha aparecido en todas sus película desde 2001 es Helena Bonham Carter, su compañera sentimental desde ese año, con quien tiene dos hijos: Billy-Ray Burton (nacido en octubre de 2003) y una niña, Nell, nacida en diciembre de 2007.

Anteriormente estuvo casado con la artista alemana Lena Gieseke (1989-1991) y después permaneció unido a la actriz Lisa Marie hasta 1992.

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